Es Randall L. Stephenson, presidente y consejero delegado de AT&T, el hombre que anunció por sorpresa el 20 de marzo la compra de T-Mobile a Deutsche Telekom por 39.000 millones de dólares (unos 27.400 millones de euros).
Un mercado de 130 millones de usuarios que convertirán a AT&T, con permiso de las autoridades de competencia norteamericanas, en la primera operadora de EEUU, arrebatando el liderazgo a Verizon –aliada con Vodafone–.
Un mercado de 130 millones de usuarios que convertirán a AT&T, con permiso de las autoridades de competencia norteamericanas, en la primera operadora de EEUU, arrebatando el liderazgo a Verizon –aliada con Vodafone–.
Con 51 años, Stephenson se convierte así en el protagonista de la mayor fusión empresarial desde que empezó la crisis en el país. El ascenso en su currículum ha sido imparable. Inició su carrera en la compañía en 1982, donde ha pasado por los departamentos más importantes, mostrando su liderazgo como director financiero, vicepresidente senior de finanzas y de marketing de consumo. También fue director de operaciones, puesto que ocupó hasta su llegada al consejo de directores en 2005.
Obtenido de http://www.expansion.com/2011/03/30/empresas/interiores/1301436485.html?a=f0fdc7c20cfc673487165e06489276d1&t=1301517033 el 30 de marzo de 2011.
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